Los Murciélagos revalidaron su prestigio internacional con una victoria ajustada ante Tailandia

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En la final de la Copa Tango disputada este domingo en el CeNARD, la selección argentina de fútbol para ciegos volvió a demostrar por qué es una potencia mundial. El título quedó en manos de Los Murciélagos tras imponerse por 1-0 frente a Tailandia, en un encuentro que se definió recién sobre el cierre.

Aunque el trámite del partido tuvo a Argentina como principal protagonista, la intensidad física marcó el pulso del duelo. Las reiteradas infracciones del conjunto asiático derivaron en un penal desde los ocho metros que terminó siendo determinante. Allí, Mario Ríos, jugador de River Plate, ejecutó con precisión y convirtió el único tanto de la jornada.