El entrenador de la Selección Argentina femenina, Germán Portanova, realizó un balance del 2024 y compartió sus expectativas para un 2025 cargado de competencias importantes, como la Copa América y las Eliminatorias Sudamericanas. En un año marcado por el recambio generacional y la incorporación de jugadoras jóvenes, el técnico destacó el crecimiento del grupo y los aprendizajes obtenidos frente a selecciones de alto nivel.
“Las sensaciones son positivas. Desde la fecha FIFA con Estados Unidos venimos con impresiones muy favorables respecto de este grupo. Se unieron varias jugadoras Sub 20. Hemos competido de buena manera con Colombia, que, a mi entender, es una potencia en el fútbol femenino y cuenta con jugadoras de mucha jerarquía. El plan previo al partido resultó bastante efectivo. Si bien jugamos muchas veces en un bloque bajo, defendiendo, ya que el rival nos llevó hacia ese sector, por momentos logramos conectar, asociarnos y hacer nuestro partido. El empate ayuda a la confianza. Después ganamos en los penales, y hacía muchísimo tiempo que no se vencía a Colombia. Todo esto contribuye a la confianza para lo que viene”, expresó.
En el balance del 2024, Portanova valoró la experiencia acumulada por el equipo pese a la ausencia de referentes históricas como Vanina Correa y Miriam Mayorga. “Comenzamos el año con la Copa de Oro, que fue algo positivo también. Ahí descubrimos algunas jóvenes jugadoras. Muchas veces tenemos que acelerar los tiempos con estas futbolistas, pero la verdad es que se han comprometido dentro de la cancha y lo han hecho bien. Respecto al adiós de la Flaca y Miriam, jugadoras increíbles que le han dado muchísimo al fútbol femenino, fue difícil estar sin ellas, no solo dentro de la cancha, sino también fuera. Son dos mujeres excepcionales que ayudaban mucho. Después de eso, el equipo se encontró haciendo un mix: mitad jóvenes de esta Sub 20 que logró la histórica clasificación a octavos de final, realizando un muy buen Mundial. Estamos todavía en un momento de construcción, más allá de los resultados positivos. No debemos bajar los brazos ni creernos nada: hay que seguir trabajando”.
El entrenador también reflexionó sobre el impacto del recambio generacional en el estilo de juego: “Muchas veces los técnicos se encasillan en una forma de jugar. Al ir incorporando jóvenes y medirnos ante potencias, muchas veces no podés jugar de igual a igual y tenés que cambiar el sistema. Todos esos cambios de sistema, de forma, de cómo presionar, cómo esperar, cómo salir jugando… todo eso enriquece el trabajo de un entrenador. Sin lugar a dudas, vamos cambiando; no nos encasillamos ni nos encerramos en jugar palo por palo, aunque en muchas ocasiones me ha encantado”.
De cara a un 2025 que incluye la Copa América y las Eliminatorias, el DT destacó la importancia de las nuevas generaciones y el trabajo en equipo: “Se está formando un grupo muy sano que tiene mucho hambre de lograr cosas. En cuanto a las Eliminatorias, creo que es algo muy positivo para el fútbol sudamericano. Serán cuatro partidos de local y cuatro de visitante. Estamos en un período de construcción en el que se van incorporando jóvenes, vamos de menor a mayor. Nos espera un año movido, cargado de competiciones. Haremos todo el trabajo posible para competir de la mejor manera y estar muy bien en todos los torneos. Ojalá podamos clasificar por tercera vez consecutiva a un Mundial”.
Finalmente, el entrenador reconoció el desafío que implica competir por los cupos limitados al Mundial 2027. “Solo hay dos plazas directas además de Brasil. Nadie dijo que iba a ser fácil, pero vamos a lucharla”.
Desde la histórica profesionalización de la disciplina en 2019 hasta la clasificación a dos Mundiales consecutivos, la Albiceleste ha recorrido un camino de crecimiento sostenido. Con avances en infraestructura, mayor visibilidad mediática y el desarrollo de nuevas generaciones de jugadoras, la Selección busca no solo mantenerse en la élite, sino también consolidarse como un rival competitivo en el escenario internacional.