El seleccionado argentino de Fútbol 7 para personas con parálisis cerebral cerró su participación en el Mundial de Barcelona con un empate 0-0 ante Inglaterra, cayendo posteriormente en la definición por penales en el partido por el quinto puesto. Sin embargo, más allá del resultado, el equipo dejó una huella de alegría y superación en cada paso del torneo.
Bajo la dirección técnica de Marcelo Sánchez, los jugadores argentinos comenzaron su camino enfrentando desafíos importantes. En el debut, cayeron 3-1 frente a Ucrania, pero lejos de desanimarse, recuperaron el espíritu competitivo con un empate sin goles ante España, un resultado que les permitió avanzar a los cuartos de final. Allí, en un emocionante duelo, fueron superados 2-1 por Brasil, pero el plantel no perdió la garra ni el entusiasmo.
En la etapa final, los argentinos demostraron su capacidad de resiliencia y alegría al derrotar a Estados Unidos por 4-2, celebrando cada gol como un símbolo de esfuerzo y dedicación.
El equipo estuvo integrado por jugadores que representan el espíritu de lucha y superación: Nahuel Gutiérrez, Mariano Cortés, Rodrigo Lugrin, Germán Romussi, Carlos Carrizo, Mariano Morana, Bautista Suárez Carbonetti, Matías Bassi, Matías Fernández, Cristian Billordo, Rodrigo Lúquez, Facundo Godoy, Renzo Alaniz y Matías Vera.
Cada uno de ellos dejó en el campo de juego un ejemplo de cómo los sueños y la alegría pueden superar cualquier obstáculo.