María Eugenia Farías es bióloga, exploradora y una apasionada del deporte. Hizo historia con el hallazgo de los fósiles más antiguos del planeta en la Puna y ahora se prepara para un nuevo reto: cruzar el Río de La Plata en un relevo de natación. Con 56 años, entrena intensamente para demostrar que la edad no es un límite cuando hay pasión y disciplina.
Desde niña, una pregunta marcó su camino: ¿de dónde venimos?. Ese interrogante la llevó a estudiar Biología en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), hacer un doctorado en el Centro de Referencia para Lactobacilos (Cerela), un posdoctorado en España y, desde 2001, investigar los misteriosos ambientes de la Puna. Ocho años después de su primera expedición, realizó un descubrimiento histórico: identificó la presencia de estromatolitos, los fósiles más antiguos del planeta, y su hallazgo fue publicado en la prestigiosa revista Nature.
El amor de Farías por la ciencia no eclipsa su otra gran pasión: el deporte. Su vida ha estado marcada por el tenis, la natación, el yoga y el ciclismo. Su currículum deportivo incluye expediciones a los volcanes activos Socompa y Llullaillaco, ubicados a más de 5.000 metros de altura, y su participación en la competencia Trasmontaña. Ahora, se enfrenta a un nuevo desafío: cruzar el Río de La Plata en un relevo junto a Juan José Sirimaldi y Diego Daniel Martínez Álvarez.
Farías retomó el entrenamiento de natación el año pasado con el grupo “Las Focas” y participó en la travesía solidaria del Proyecto SOi, donde nadó 12 kilómetros en El Cadillal. Su preparación para el cruce del Río de La Plata es intensa: entrena todos los días, nada 28 kilómetros por semana y refuerza su rutina con gimnasio y largas sesiones de nado en aguas abiertas. “No quiero que la edad sea un límite. La juventud está en la actitud y en los hábitos que tenemos”, sostiene.
Madre de tres hijos, si bien nació en Córdoba en 1968, se considera tucumana por adopción. Su conexión con la naturaleza ha sido una constante en su vida: “Siempre he puesto mi pasión en la protección del medioambiente”. Con la mirada puesta en la hazaña que la espera en marzo, Farías no duda: “Estoy enamorada de la ciencia, del deporte y de la vida. Eso me motiva cada día”.